El día 30 de enero se celebra el Día Internacional de la Paz. Ya sé qué os preguntaréis que por qué solo se celebra un día (la verdad es que yo me pregunto lo mismo). Lo que es cierto es que el trabajo por la paz debe ser diario y no solo en los grandes despachos, los grandes edificios, los grandes países sino en mi país, en mi provincia, en mi ciudad, en mi pueblo, en mi clase, en mi casa.
La paz trae la tranquilidad, la solidaridad, la buena convivencia, los buenos momentos, en definitiva somos más felices y estamos más a gusto con nuestra vida. Eso sí, seguro que seguimos quejándonos, la mayoría de las veces por cosas sin importancia.
Te propongo un juego:
Imagínate que vives en un país en el que no se puede hablar (ni en voz baja), en el que piensas que el Presidente del Gobierno puede leerte la mente, en el que solo hay un canal en la televisión y solo puedes comer lo que te dan en el mercado.
¿Te puedes imaginar?
Es complicado, lo sé
Escúchala a ella…
La aventura de leer 