Como cada curso, el día 16 de diciembre celebramos el Día de la Lectura en Andalucía en conmemoración del nacimiento del poeta Rafael Alberti y la celebración en Sevilla de la reunión del grupo de poetas que homenajearon a Góngora, constituyéndose como la Generación del 27.
Este año la profesora Mª Luisa Alonso ha preparado una exposición y unas recomendaciones literarias muy especiales…os dejo el enlace a su trabajo, que es el vuestro 😉
http://123plastica.blogspot.com.es/2014/12/laminario.html
La Consejería de Educación, Cultura y Deporte, a través del Centro Andaluz de las Letras (CAL), dedica este año el Día de la Lectura en Andalucía a la escritora Gertrudis Gómez de Avellaneda, con motivo del bicentenario de su nacimiento (1814-2014).
Pero ¿quién es Gertrudis Gómez de Avellaneda?
Gertrudis Gómez de Avellaneda nació en Puerto Príncipe, Cuba, el 23 de marzo de 1814.
En su juventud, por razones de salud, se trasladó a Santiago de Cuba, tras negarse a contraer matrimonio. En abril de 1836 sale con su familia hacia Burdeos y de allí a La Coruña. En 1839 marcha a Sevilla y luego a Cádiz, donde escribe por vez primera en La Aureola, que dirigía Manuel Canete, con el seudónimo de «La Peregrina». Aquel año conoce a Ignacio Cepeda, del que se enamora y al que dedicará muchas de sus cartas durante años.
Admira a Mme. de Stael, Chateaubriand, W. Scott, y a Quintana y Lista, entre los españoles. Al año siguiente, ya en Madrid, lee sus poemas en el Liceo y en 1841 publica su primer libro.
En diciembre de 1845 casa con Pedro Sabater, jefe político de Madrid, que fallece el 1 de agosto de 1846 en Burdeos. Ella se retira una breve temporada a un convento de aquella ciudad. Pocos meses más tarde reside ya en Madrid y escribe a Cepeda.
Por segunda vez contrae matrimonio con Diego Verdugo. Ambos marchan a Cuba en 1858 y luego a Norteamérica y Francia. Verdugo fallece en 1863.
Regresa Gertrudis a Sevilla y luego a Madrid, donde, al fallecer su amigo Juan Nicasio Gallego, se la propone para ingresar, sin éxito, en la Academia Española. La escritora regresa a Sevilla, donde permanece hasta su muerte el 1 de febrero de 1873. Sus restos reposan, como dejó dicho en su testamento, en el cementerio de Sevilla.